jueves, 6 de diciembre de 2012

El Arte y el Poder: Roma S.XVI

Basílica de San Pedro del Vaticano




Durante el siglo XVI la capital artística de Italia pasará a ser Roma. Durante este período la Iglesia y el papado ejercen el máximo poder, por encima de banqueros, príncipes y comerciantes de Italia, y este poder  será, en su mayoría, económico. Gastaron cuantiosas sumas de dinero en lo artístico, se convertirán en los mayores contratantes para los artistas, prácticamente todas las obras de esta época son encargos de la Iglesia para decorar los templos, retratar personas o momentos históricos, y recuperar así el esplendor de Roma, que se encontraba casi en ruinas. Debido a esto el arte se ve profundamente condicionado al poder religioso y sus normas, el decoro, la moral y la censura. Cabe destacar también que Roma se convirtió en un lugar de paso para multitud de artistas y mercaderes, otorgándole así una amplia variedad de culturas y un importante mercado de dinero. En este período podremos destacar a Miguel Ángel, Rafael y a Leonardo Da Vinci, que se convertirán en inspiradores para otros artistas y añadirán un toque característico al arte del Cinquecento al margen de las normas eclesiásticas.
San Pedro del Vaticano es una plasmación de ese gran poder eclesiástico. Teniendo en cuenta que durante la época casi cualquier representación del arte estaba condicionada y encargada por la Iglesia, cabe pensar que toda expresión de arte perteneciente al momento y lugar sea, en parte, una representación del poder de la Iglesia. Además hablando técnicamente, destaca la estructura colosal que es la Basílica, a la que acompaña una inmensa cúpula que domina el horizonte romano, recalcando así con su grandeza el poder papal.

- Comentario artístico:
La Basílica de San Pedro fue fundada por el papa Julio II y los arquitectos encargados fueron Bramante y Miguel Ángel, aunque fue transformada en el siglo XVII con la prolongación del lado de los pies y la gran fachada de Maderno, aunque en ella participaron otros muchos arquitectos a lo largo de su construcción. Fue edificada en el cinquecento italiano entre el año 1506 y el 1626, de estilo renacentista y barroco.
A primera vista apreciamos un edificio enorme con una inmensa cúpula que capta prácticamente toda la atención, la fachada frontal esta sostenida sobre grandes columnas que, a su vez, están coronadas por un  frontón. Además está exageradamente adornada exteriormente.
La Basílica tiene planta de cruz griega, con ambos brazos iguales, con cuatro ábsides  y el crucero cubierto por la gran cúpula sobre tambor aportada por Miguel Ángel, siguiendo los principios de Brunelleschi. Para sujetar la cúpula hicieron falta cuatro enormes pilares y cuatro más pequeños, además, la prolongación de la cúpula, el tambor, presenta columnas a pares de orden corintio que sobresalen del muro. En la cúpula el artistas juega mucho con las luces y las sombras gracias a los ventanales del tambor y justo en el punto más alto deja que la luz entre por una abertura circular, creando así una sensación de ligereza, iluminación y una sensación de espacio sin llegar a ser una masa inmensa y pesada.
A la basílica se accede a través de cinco puertas; la puerta de la Muerte, la de Filarte, la puerta Santa, la puerta del Bien y del Mal y la de los Sacramentos. En el interior encontramos la nave central cubierta por una bóveda de cañón, con la nave lateral derecha, llamada de la Epístola y la lateral izquierda, la del Evangelio. Bajo la cúpula se encuentran el Altar papal y la girola, el corazón del edificio para Miguel Ángel, el espacio que rodean los cuatro pilares de la cúpula, y entre la girola y el presbiterio; el órgano. El presbiterio acoge una silla que, según dicen, usó San Pedro, la reliquia de la basílica. , atravesando la nave principal, el transepto, cuyos brazos crean la planta en forma de cruz griega. En el exterior, los muros, salvo la fachada principal, son superficies planas separadas por pilastras, mientras que la fachada principal esta formada por columnas de orden gigante que enmarcan la entrada y el "Balcón de las Bendiciones", desde dónde se anuncia quién es el nuevo papa.

Esta basílica es el templo cristiano más grande del mundo, situado en la ciudad del Vaticano, sede de la religión católica. Además, en la tradición cristiana, es el lugar en el que se encuentra enterrado uno de los doce apóstoles, San Pedro, el primero de los pontífices. Es, por todo esto, uno de los lugares más sagrados del catolicismo. Simboliza el poder mismo del catolicismo y sus principios más básicos.
La basílica es un edificio que tiene su origen en la Roma clásica, allí la basílica tenia múltiples usos, desde el mercado, al culto, a la administración de la justicia o a la reunión de ciudadanos. La basílica cristiana mantiene muchas de sus características, sobre todo estructurales, ya que actualmente es el templo de la religión cristiana, un lugar dedicado al culto y reunión de fieles. Actualmente la Basílica de San Pedro es un edificio muy conocido y en el que probablemente se hayan inspirado muchos otros templos, su cúpula por ejemplo probablemente sea un ejemplo seguido en catedrales como la de San Pablo, Londres, o la del capitolio de Estados Unidos. En cualquier caso, ya sea directamente o indirectamente, este edificio parece ser una inspiración para todo aquel que sea católico o tenga especial gusto por la obra arquitectónica.

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