viernes, 7 de diciembre de 2012

El Arte y el Poder: Francia, S. XVIII

Napoleón cruzando los Alpes


Tras el golpe de estado del 18 de Brumario y la firma de la Constitución del año VIII, Napoleón Bonaparte es nombrado Primer Cónsul de Francia, convirtiéndose en el hombre más poderoso de Francia.  En esta situación Napoleón decidió marchar a Italia para reforzar las tropas francesas del país y recuperar los territorios franceses conquistados por Austria. En 1800 Bonaparte guió a las tropas francesas por los Alpes, por el paso de San Bernardo, la primera parada era Génova, pero al llegar, Napoleón encontró que Génova había caído. Napoleón y su ejército continuaron adelante y el 9 de Junio, el ejército de reserva libró una dura batalla en Montebello, hecho que aseguró la victoria en una batalla posterior, la Batalla de Marengo. Tras largas negociaciones para la firma de un armisticio que los austriacos no aceptaban, porque en él devolvían todas las tierras pertenecientes a los franceses, Napoleón mandó atacar de nuevo a los austriacos, vendiéndolos en Hohenlinden. Tras su derrota total, Austria firmo el armisticio en 1801, firmando también el Tratado de Campoformio, por el cual se reafirmó el dominio de Francia sobre los territorios ocupados.
Estos nombramientos y victorias acercaron a Napoleón a Carlos IV, rey de España en ese momento, y se llevaron a cabo negociaciones para establecer relaciones entre los países . Mientras estas negociaciones se llevaron a cabo, se realizó un intercambio de regalos, una vieja tradición. Entre los regalos de Carlos IV se encargó el cuadro de Napoleón a David, para conmemorar la victoria en los Alpes.
En resumen, la obra es una representación del poder de Napoleón, de su victoria en esta batalla de reconquista contra Austria. Además, existen varias copias de la obra, encargadas por Napoleón, para ser expuestas en diferentes edificios importantes franceses, dejando así bien clara la intención propagandística del cuadro.

-Comentario artístico:
Napoleón cruzando los Alpes o Napoleón en el Paso de San Bernardo es una obra de estilo neoclásico de Jacques-Louis David realizada entre 1801 y 1805, de la que existen otras 4 copias realizadas también por el autor.
En el cuadro podemos observar a Napoleón Bonaparte montado sobre un impresionante corcel que se apoya sobre sus patas traseras. El fondo es montañoso, puesto que se encontraba en los Alpes, y el susodicho Napoleón levanta una mano señalando hacia delante. Napoleón esta situado en un "círculo" formado por la capa y la cola del caballo, siendo la imagen central y principal del cuadro. Tanto la capa como la cola y las crines del caballo parecen ser movidas por el viento y esto junto con el fondo de contrates direccionales, parece un claro intento de aportar dinamismo al cuadro. A pesar de los intentos de reproducir el movimiento la imagen parece estática debido a la iluminación recreada por el artista que da una sensación de estaticidad. Los colores usados son gamas ocres, colores tierras, óxidos y rojos, añadiendo blanco y azul en el fondo. David trabajó sobre tres capas, siendo la primera el esbozo del dibujo en un tono ocre, sobre ésta trabajó en los claroscuros, las zonas de luz y de sombra, y, por último, se concentró en los detalles y en corregir imperfecciones. La obra cuenta con una gran expresividad; el caballo encabritado, las crines y la capa al viento, la mano levantada de Napoleón, el fondo borroso, dinámico y oscurecido, pero, en cambio, el semblante de Napoleón permanece imperturbable, no transmite alegría, ni enfado, ni tristeza, es un gesto neutral pero firme, digno de un militar que se dirige hacia la victoria pero sin dejar que los sentimientos se interpongan.
La temática y simbolismo del cuadro es la representación de Napoleón victorioso, exaltar el poder del primer cónsul francés, que va vestido con los ropajes dignos de él. David utiliza el gesto para transmitir un mensaje de victoria inevitable, aún no ha ganado, pero el comandante no tiene dudas de cuál será el resultado.Además, el autor utilizó las inscripciones en las piedras para reforzar esto, en las piedras aparecen los nombres de Aníbal y Carlo Magno junto al de Napoleón, teniendo en común su paso por los Alpes.
Existen múltiples retratos de Napoleón, aunque en este caso David lo idealizó y añadió atributos heroicos. Es probable que David se inspirara en la estatua ecuestre de Pedro el Grande. También pudo inspirarse en obras de Nicolas Poussin, pintor que marco al artista, como su obra "La destrucción del Templo de Jerusalén" e incluso me atrevería a proponer como posible inspiración el retrato ecuestre de El conde-duque de Olivares, de Velázquez. Goya pudo inspirarse en esta obra para su retrato ecuestre del General Palafox, así como muchos retratos ecuestres posteriores, tales como el de Fernando VII.

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